Taller de carpintería y ebanistería de Emilio Sánchez González
- Entidad colectiva
- Mediados del siglo XX
Ubicado en calle Huerto del Conde, 12.
Taller de carpintería y ebanistería de Emilio Sánchez González
Ubicado en calle Huerto del Conde, 12.
Taller de Carpintería Adolfo Muñoz
Taller de Carpintería y Ebanistería de Adolfo Muñoz estaba ubicado en Casa Quemadas, nº 12.
Taller de Antonio Pérez Giménez
Taller de Antonio Pérez Giménez era un taller de bombería y lampistería ubicado en calle Duque de la Victoria, nº 13, Málaga. Hacía instalaciones de gas y agua.
Taillefer S.A., que tenía una tienda en la Plaza del Siglo, fue fundada por Augusto Taillefer Panyagua (Coín, 6/10/1868 - Málaga, 8/08/1938).
Suministros para material móvil S.A.
La empresa Suministros para material móvil S.A. tenía dos sucursales: una en Madrid, en Plaza de Santa Bárbara nº 7; y otra en Barcelona, en calle Provenza nº 201.
Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, S.A.
La Sociedad Hidroeléctrica del Chorro fue una empresa de energía hidroeléctrica que operó desde principios del siglo XX en la provincia de Málaga. Fue la segunda empresa hidroeléctrica española tras Hidroeléctrica Ibérica, fundada en 1901. La labor del Chorro en la provincia de Almería comenzó en 1946 con la absorción de la Compañía Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín por un montante de 41 millones de pesetas.
Los orígenes de la Semana Santa de Orihuela están ligados a la Capilla del Loreto, sita en la Calle Mayor, junto al Palacio Episcopal. Fundada en 1536, allí tenían su sede cuatro cofradías con las invocaciones del Santísimo Sacramento, Purísima Sangre de Cristo, Nuestra Señora del Loreto y Nuestra Señora de los Desamparados. Sus obligaciones eran proveer la cera que se consumía en la Catedral y enterrar a los que morían desamparados y sentenciados por la justicia.
A esa procesión conocida como La Procesión de la Sangre de Cristo, se unían los ciudadanos que habían formado la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, establecida en la Catedral, pero con su imagen principal en el Loreto.
Desfilaban en total cuatro pasos que representaban a Nuestro Padre Jesús Nazareno, Jesucristo clavado en la Cruz, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Soledad. Acompañando cada insignia, iban los cantores y músicos de la Catedral, dirigidos por su maestro de capilla.
En las primeras décadas del siglo XVII se acuerda un recorrido fijo, además de pasar por el interior de la Catedral y de la Parroquia de Santa Justa, entrando por una puerta y saliendo por otra. A mediados de este mismo siglo comienza a salir del Convento de los Franciscanos una nueva procesión Viernes Santo por la mañana. En ella se pedía limosna invocando a Nuestro Padre Jesús Nazareno y surgen diferencias con la del Santísimo Sacramento, que hacía lo mismo por la tarde.
En 1712, tras el paréntesis de la Guerra de Sucesión, volvieron a salir las procesiones y a mediados del siglo XVIII se crean dos nuevas cofradías, la de Nuestra Señora de los Dolores y la Real Congregación de Nuestra Señora del Pilar contra el Pecado Mortal.
Después de la Guerra Civil, las procesiones empiezan a brillar de nuevo. Desde entonces hasta nuestros días se ha incrementado el número de pasos y creado nuevas cofradías, alcanzando una gran solemnidad con una participación masiva de nazarenos y de público.