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Registro de autoridad
Parroquia de la Merced
Entidad colectiva · 1507 - 1963

Alonso Fernández de Ribera, natural de Castro del Río (Córdoba), como recompensa por su participación en la Toma de Málaga, consigue que los Reyes Católicos le entreguen la ermita de San Roque, ubicada en el Camino Nuevo, donde funda una nueva ermita llamada de la Vera-Cruz, llamada así por la cruz de madera erigida junto a la ermita, donada por los Reyes Católicos. Ribera vivió durante algunos años en la ermita y edificios anejos, aunque, consciente de la voluntad de la Orden de la Merced (fundada por Pedro Nolasco en 1218 en Barcelona) de establecerse en Málaga, decide donar la ermita a los mercedarios para que se instauren en la ciudad. La Orden aceptó y la donación se llevó a cabo el 23 de mayo de 1499 en Sevilla.
Al poco tiempo comenzaron a llegar miembros de la orden clerical a la ermita, fundándose el convento de la Nuestra Señora de la Merced. Sin embargo, tras ocho años en ese emplazamiento, el nuevo comendador fray Diego de Roa expresó su voluntad de trasladar la orden a otro lugar ya que se producían constantes saqueos de los corsarios musulmanes que desembarcaban cerca del convento. El clérigo consiguió la aprobación del obispo y del Cabildo catedralicio.

Iglesia mudéjar (1507-1792)
El lugar elegido para la construcción del nuevo convento fue una plaza cerca de la Puerta de Granada, que a partir de entonces comenzó a denominarse plaza de la Merced. La concesión se produjo finalmente el 12 de noviembre de 1507 por la reina Juana I y un año después ratificado en una bula por el papa Julio II. La iglesia se construyó en estilo mudéjar. En una de las capillas de este primer convento se encontraba la cruz de madera original de la ermita.

Iglesia neoclásica (1792-1931; ruinas hasta 1963)
Debido al crecimiento de la población y al peligro de derrumbe de una nave, se planificaron unas obras para la construcción de una nueva iglesia en el mismo lugar, cuya construcción comenzó en 1792.
El convento sufrió las consecuencias de la desamortización de Mendizábal (1836-1837), en la que la mayoría de sus terrenos fueron desamortizados, quedando únicamente la iglesia para el culto, que pasó a ser parroquia, mientras que el convento fue convertido en cuartel militar. El resto de los terrenos, mayoritariamente ocupados por el huerto del convento, se usaron para la construcción de viviendas y del Teatro de la Merced (en funcionamiento entre 1861 y 1869), que tras su destrucción fue sustituido en el mismo lugar por el Teatro Cervantes (1870). El cuartel militar persistió hasta el año 1889, cuando fue derruido y sustituido por el Mercado de la Merced.
La iglesia tuvo que someterse a diversas restauraciones por su mal estado durante todo el siglo XIX. En una de estas intervenciones se colocó una campana de 1881 fundida en la Ferrería Heredia, ahora conservada en el Museo de Málaga.
Un terremoto producido en 1884 en Andalucía destruyó la parte más elevada de las torres, incluyendo el campanario y los capiteles, que no se recuperaron.
La iglesia fue uno de los templos religiosos más afectados por la quema de conventos de 1931, siendo incendiada y quedando abandonada y en ruinas durante más de treinta años. Finalmente, en 1963, la Diócesis de Málaga da el visto bueno para que sus ruinas sean derribadas para la construcción de viviendas.

Saborido, Pedro
Entidad colectiva · Inicios del siglo XIX

Establecimiento de venta de cera

Portal y Porta, Ramón
Persona · Segunda mitad del siglo XIX

Hermano Mayor de la Archicofradía desde 1871 a 1877, concedió préstamos a la misma en diversas ocasiones. Rico industrial, fue propietario de campos de caña y de la fábrica de azúcar Nuestra Señora de la Concepción, ubicada junto a la ermita de Zamarrilla. En 1883 solicitó licencia para construir una fábrica de harina en el número 18 de la Cruz del Molinillo. Como diplomático fue nombrado Cónsul de Costa Rica en 1868 y, como político, ostentaba el cargo de Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Málaga en 1877.

Parroquia de los Santos Mártires
Entidad colectiva · c. 1487 - siglo XVIII

Se trata de una de las cuatro iglesias levantadas por los Reyes Católicos dentro del perímetro amurallado de la ciudad tras la conquista castellana en 1487, junto con la iglesia del Sagrario, la iglesia de Santiago y la iglesia de san Juan. Tiene consideración de Parroquia erigida sobre una buena parte de la feligresía del centro histórico, limitando con las Parroquias de San Juan Bautista, Santiago Apóstol y San Felipe Neri.
Se erigió en honor a los mártires Ciriaco y Paula, patronos de la ciudad. La iglesia ha sufrido diversas reformas que han modificado su original estilo gótico-mudéjar, presentando sobre todo elementos del rococó del siglo XVIII, aunque sí se conserva una torre mudéjar en el exterior.
En el templo residen varias hermandades de Semana Santa: la Archicofradía de la Pasión, Cofradía de la Columna (Gitanos) y la Archicofradía del Huerto. A esto además se le unen diversas corporaciones de Gloria, como la de los Patronos de Málaga Ciriaco y Paula, la Virgen de los Remedios (patrona de la feligresía) o la Virgen de Gracia de Archidona, y la Virgen de Araceli. Igualmente, desde 2011, se encuentra establecida la Asociación de la Misericordia Reina de los Mártires. Esta iglesia en un pasado también fue sede de la Hermandad del Sepulcro (1967-2014) y Hermandad de la Cena (2006-2020).
Entre 2020 y 2021, se procedió a la restauración y consolidación del templo.

Parroquia de Santo Domingo
Entidad colectiva

La Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán y San Carlos pertenecía al antiguo convento de los dominicos, que a lo largo del tiempo y por diversos avatares históricos, ha desapareciendo.
Fundado por los Reyes Católicos en torno 1518 a continuación de Sta. Cruz la Real de Granada, Santo Domingo de Málaga alcanzó su cénit en el siglo XVII, al entrar en él Fray Alonso de Santo Tomás, hijo de Felipe IV y obispo que fue de esta ciudad. Reedificó, engrandeció y embelleció el convento hasta convertirlo momentáneamente en el principal de Andalucía. En la iglesia existía un valioso patrimonio religioso, destacándose obras magníficas de Pedro de Mena como la Virgen de Belén o el Cristo de la Buena Muerte ubicado en un enorme retablo de columnas salomónicas.
La iglesia y el convento fueron afectados por la Ley de Desamortización de Bienes Eclesiásticos de 1835 y posteriormente incendiada en la madrugada del 11 al 12 de mayo de 1931, quedando la iglesia totalmente devastada y perdiéndose obras de incalculable valor. Fue reconstruida por el servicio estatal de Regiones Devastadas por el arquitecto Enrique Atencia Molina en 1953. El convento quedó totalmente en ruina siendo demolido posteriormente.
En 1988, la orden dominica volvió a Málaga, encargándose también de la atención de la parroquia de Santo Domingo. Posteriormente en el año 2012 la iglesia pasó a manos del Obispado de Málaga debido a la marcha de la orden dominica de la ciudad.

Parroquia de San Felipe Neri
Entidad colectiva · 1720 - 1795

El edificio, del siglo XVIII, es el resultado de muchas ampliaciones y reformas desde la construcción de su primitiva capilla, mandada construir por un personaje de la nobleza malagueña, Antonio Tomás Guerrero Coronado y Zapata II conde de Buenavista.
La primera piedra fue colocada el 3 de marzo de 1720 en la Plaza de los Canteros, junto a calle Gaona, llegando a culminar la obra diez años más tarde en lo que fue una capilla de pequeñas dimensiones.​ A partir de este momento, las solicitudes de diferentes órdenes religiosas para ocupar la capilla eran cuantiosas, pero el conde las rechazó una a una, interesándose y finalmente concediéndola a la orden de los filipenses, ya que el conde sintió una premonición cuando estos pidieron instalarse en la capilla, debido a que pensaba encomendarla a San Felipe Neri. La petición de que esta capilla fuera ocupada por esta orden, fue llevada a cabo por el cardenal Gaspar de Molina, haciéndola presente mediante una carta el 11 de noviembre de 1738.
A principios de julio del año siguiente, el conde de Buenavista cede a los Padres Filipenses la iglesia, compuesta por una capilla superior y otra subterránea, una sacristía, numerosas ornamentaciones, esculturas, pinturas, una vivienda situada junto a la iglesia, y varias casas situadas en calles aledañas para el sostenimiento de la congregación. También cedió el uso de la capilla subterránea a la orden “Escuela de Jesús”, aunque esta fuera propiedad de los filipenses. El 11 de julio de 1739, se efectuó una procesión desde la catedral a la capilla, en la que participaron los dos cabildos, cofradías, parroquias y comunidades religiosas, un día más tarde se llevaba a cabo la primera misa oficial en la capilla.
Las dimensiones de la nueva capilla eran bastantes reducidas, por lo que el cardenal Molina determina la necesidad de una ampliación, cuyos gastos correrían a cargo del conde de Buenavista, pero la muerte de ambos en 1744 y 1745 respectivamente, frustró el proyecto. La idea siguió viva con la llegada del padre Rojas a la congregación de San Felipe, que consiguió con la ayuda de la donación del obispo Juan de Eulate el ensanche y ampliación de la iglesia y casa de estudios. Nuevamente el proyecto se ve truncado por la muerte del obispo, quedándose la congregación sin patrimonio para la realización de las obras. Tras la muerte de este se pueden hacer efectivos cuarenta mil ducados, gracias a unas gestiones llevada a cabo en Madrid por el Padre Rojas, que fueron muy importantes para el reinicio de las obras.
Para la construcción de la casa de estudios se adquirieron cinco casas contiguas al convento que posteriormente fueron derruidas en 1750, en un año recaudaron cincuenta y cinco mil reales de diversos donantes, lo que permitió el comienzo de las obras. Las primeras trazas del proyecto las realizó el arquitecto José de Bada y Navajas, dirigiendo las obras Antonio Ramos, siendo este último el autor de los planos, ambos artífices de la Catedral de Málaga. Las obras fueron llevadas a cabo por el maestro Tomás Valenzuela, que murió antes de terminar de solar el patio, tarea que culminó su sobrino, Joaquín Daniel.
Hasta 1756, no se les otorga la licencia para las obras de la casa de estudio por temor a que afectara a las conducciones de agua de las calles de esta zona. Una vez obtenida la licencia, y gracias a las casas donadas por el conde Buenavista junto con las numerosas limosnas otorgadas por los fieles, dan comienzo las obras un año más tarde coincidiendo con la muerte del padre Rojas, teniendo que ser detenidas en 1758 por falta de medios, no obstante se siguieron realizando tareas de escasas envergaduras.
En 1771, se reanudan las obras dando comienzo a una segunda fase en la que intervinieron grandes figuras de la arquitectura barroca, como el arquitecto Ventura Rodríguez, el cual se limitó a aprobar las obras ya realizadas y a proponer ligeros cambios, y Martín de Aldehuela, posiblemente realizador unánime de la sacristía.1​ Las obras culminaron en 1785, pero Martín de Aldehuela no comenzó a realizar el tabernáculo hasta cinco años más tarde. En 1795, la culminación del tabernáculo y el altar mayor fueron celebrados con una procesión para colocar al Santísimo en el altar mayor.

El Avisador Malagueño
Entidad colectiva · 1843 - 1893

Periódico español publicado en la ciudad de Málaga entre 1843 y 1893. Fue fundado en 1843 por José Martínez de Aguilar,​ que sería su propietario hasta 1870. Posteriormente pasaría a ser controlado por Ambrosio Rubio​ y más adelante por Alfonso Cano. El primer número salió el 7 de mayo de 1843.​ Mantuvo el subtítulo Periódico de literatura, industria, comercio e intereses materiales.​ Su aparición coincidió con la clausura de muchos diarios malacitanos de la época; esto lo dejó como el único diario de la capital malagueña entre 1845 y 1849.
El Avisador Malagueño se consolidó como el más importante de los periódicos que existieron en Málaga durante el siglo XIX. Siguió publicándose hasta su desaparición a finales del siglo XIX. Su último número es del 30 de julio de 1893.
Durante su existencia mantuvo una línea editorial cercana al liberalismo,​ siendo el periódico de la de la burguesía industrial y comercial de Málaga. Posteriormente adoptaría posiciones más conservadoras. El Avisador Malagueño fue pionero en cuanto a la introducción de publicidad: en la década de 1840 —poco después de su fundación— ya disponía de una sección de anuncios en la primera página,​ siguiendo el modelo del diario The Times.

Persona · La Zubia, Granada (30/04/1780) - Granada (31/03/1865)

Clérigo español que llegó a ejercer como obispo de Málaga y arzobispo de Granada.
Hijo de Agustín de Reyes Molina y de Ana García de Lara Martos. Hizo sus estudios en Granada, en cuya Universidad se graduó como bachiller en leyes.
Ordenado sacerdote en 1804, fue familiar de los arzobispos de Granada.
Durante treinta y dos años fue párroco de la parroquia de San José de Granada. Y más tarde fue nombrado vicario general de la zona de Estepa. En 1846 fue designado obispo de Oviedo, pero renunció al cargo.
En 20 de enero de 1848, fue nombrado obispo de Málaga, llenado así el vacío de trece años de sede vacante, debido a la ruptura de relaciones Iglesia-Estado. Fue consagrado obispo en Granada el 24 de agosto de 1848 e hizo su entrada en la ciudad el 1 de octubre. Realizó de inmediato una visita pastoral a la diócesis que hacía muchos años que no se realizaba, empezando por la parroquia del Sagrario de Málaga, en septiembre de 1849 y siguió por Totalán y Vélez; en junio de 1850 visitó Ronda y en 1851 Cártama, Pizarra y Álora. En 1851 estableció realizar durante quince días una gran misión popular, que se haría en la catedral, los Santos Mártires y Santo Domingo.
El 5 de septiembre de 1851, fue nombrado arzobispo de Granada, trasladándose el 23 de enero de 1852 a Granada, donde permaneció sus últimos años.