Se expone la imposibilidad del párroco de solucionar el problema de los Jubileos durante el Septenario de 1932 ya que estaba comprmetidos con la Hermandad de la Soledad.
Queja de D. Carlos Rubio ante la actitud del párroco de celebrar el Septenario de la Archicofradía de los Dolores junto al de la Hermandad de la Soledad sin previo acuerdo de la Archicofradía
Archicofradía Sacramental de Nuestra Señora de los Dolores